El proceso de incineración de residuos

Cada incinerador es único, pero la técnica más común se llama “combustión masiva”. El proceso general seguido en un incinerador de combustión masiva incluye cinco pasos.

Preparación de residuos: Se retiran los objetos de gran tamaño y se recuperan ciertos materiales reciclables como los metales. Los residuos restantes a menudo se trituran antes de entrar en el incinerador.

Combustión: Los residuos se queman en una cámara de combustión única oxigenada. Los materiales se queman a temperaturas extremadamente altas de 1.800-2.200 grados Fahrenheit. A esas temperaturas, los residuos deben quemarse por completo, sin dejar nada más que gases y cenizas.
Recuperación de energía: Los gases liberados durante la combustión se enfrían con agua, generando vapor a través de la recuperación de calor. El vapor se utiliza para alimentar generadores eléctricos.

Control ambiental: El gas enfriado se trata con depuradores, precipitadores y filtros para eliminar los contaminantes. Los sólidos que se forman durante el tratamiento, llamados residuos, se eliminan en un vertedero.

Liberación ambiental: El gas tratado se libera a la atmósfera. No debería haber humo visible de la chimenea porque los gases restantes deberían estar libres de partículas.

Debido a que la incineración utiliza temperaturas tan altas, puede destruir muchos patógenos y algunos materiales tóxicos. Por esta razón, la incineración es el método de eliminación preferido para los residuos biomédicos y algunos otros residuos especiales, incluso en comunidades donde los residuos sólidos urbanos se depositan en vertederos.